¡Hola! Aquí, Laura.
"Creo que la causa de la mayoría de los problemas del mundo son los malentendidos."
L.M. Montgomery
Año de publicación: 1936
Título original: Anne of Windy Poplars
Saga: Ana, la de Tejas Verdes #4
Sinopsis
Ana deja atrás el Redmond College para comenzar con un nuevo empleo y un nuevo capítulo de su vida lejos de su amada Tejas Verdes. Mientras Gilbert estudia medicina, ella trabajará como directora de un colegio en Summerside, donde se enfrentará con un nuevo reto, los Pringle, «la Familia Real» de la ciudad, que muy pronto le harán ver que ella no es la persona que esperaban como directora de la escuela.
Durante su estancia se hospedará en Álamos Ventosos junto con dos ancianas viudas, la tía Kate y Chatty, el ama de llaves Rebecca Dew, y su gato, Dusty Miller. Ana deberá aprender a relacionarse con los excéntricos habitantes del pueblo para ganarse su simpatía y encontrar nuevos amigos. Tras muchas peripecias, entre ellas varias bodas, Ana regresará a Avonlea para preparar su propio casamiento con su amado Gilbert.
Experiencia lectora
Este libro decayó para mí. Al comienzo estaba emocionada, por lo que seguía hasta que leí el primer capítulo. Mis ilusiones fueron truncadas. Desde el primer capítulo se me hizo pesado y vaya que lo fue.
Entre el sistema de las cartas donde solo leía lo que Ana contaba de su día a día, pero no mostraban las respuestas de Gilbert, que Gilbert no tuviera protagonismo (¡Mi decepción más grande!) y las personas ruines de Summerside tratando que Ana dejara su puesto en la escuela… la lectura fue tediosa y me da pena porque los tres primeros libros los considero joyitas.
Imaginaba que leería una continuación sobre lo que la autora presentó al final de Ana, la de la Isla, en su lugar hubo una pausa y estamos leyendo una sección en la vida de Ana donde todo es nuevo, no hay personajes conocidos.
¿Recuerdan que desde el primer libro vengo esperando poder conocer más sobre Gilbert? Pues me quedé igual, esperando.
Gilbert y Ana solo se vieron una o dos veces, pero era prácticamente como si no estuviera. Con las cartas pasó lo mismo. Se sabe que se enviaban cartas, pero solo podíamos leer las que Ana enviaba a Gilbert. En este libro Gilbert solo es una mención.
Ana hablaba sobre su futuro y lo mucho que amaba a Gilbert mas sufrí de exasperación constante cada que omitían momentos románticos en las cartas. ¡Yo quería leer lo que tenía para decir!
Gilbert estuvo intentando todo este tiempo conquistar el corazón de Ana y leímos sus intentos. Bueno, era momento para leer más de Ana enamorada y lo omitieron. ¡¡AHH!!😭
Descubro en mi corazón que desearía estar allí ahora con… con… ¿adivinas con quién? ¿Sabes, Gilbert, que hay momentos en que sospecho que te amo?
Tuve intenciones de saltarme partes que tenían que ver con la rivalidad entre las familias de Summerside y sus intentos de sabotaje para que Ana dejara el puesto en la escuela, por supuesto Ana trató de ganárselos y se vio envuelta en sus cosas. La perseverancia de Ana fue retada.
Hablando de personas desagradables está Katherine, quien trabaja en la misma escuela que Ana. A pesar de ser desagradable, Ana también intenta atravesar su coraza con la idea de que en el fondo es un alma buena.
En su estancia en Summerside Ana se quedó en Álamos Ventosos, Calle del Fantasma con las tías Kate y Chatty y su ama de llaves Rebecca Dew. Rebecca me recordó muchísimo a Marilla. ¡Ella es increíble!
Me encantó como la autora describió la estancia donde se quedó Ana concretamente la descripción de su habitación en la torre. Me pareció muy acogedor💖
La habitación entera estaba bañada por la luz dorada que entraba por entre las cortinas color maíz y las paredes encaladas lucían un tapiz extraordinario donde caían las sombras de los álamos de fuera: un tapiz viviente, trémulo y cambiante. Me pareció una habitación muy alegre. Me sentí la muchacha más rica del mundo.
Al igual que en Tejas Verdes, Ana llega a cambiar Summerside. De las situaciones en las que Ana se vio involucrada, mi preferida fue la de Elizabeth, esa niña a la que su abuela no dejaba vivir. Elizabeth fue otro de los personajes a los que le tomé cariño y me alegró que su historia tuviera un buen final y comienzo.
La profesión de casamentera persigue a Ana. Nuestro protagonista unió cuatro corazones y estos corazones terminaron en dos bodas. Una cardíaca ya que fue a escondidas y la otra… no sé cómo describirla, pero tuvo relación con la admiradora de Ana. Esa muchacha… ¡Qué miedo!
Les puedo decir que Ana, la de Álamos Ventosos, estuvo entretenida y no faltaron los momentos graciosos, aunque en varias ocasiones me desesperé y pensaba: “Ana, sal de ahí, corre” y no necesariamente fue malo porque eso quiere decir que estuve muy metida en lo que leí.
No me imagino lo que fue para Ana y Gilbert, al fin lograr estar juntos después de tantos malentendidos y tener que estar tres años esperando casarse y pasar ese tiempo manteniéndose en contacto por correspondencia sin verse mucho.
No puedo hablar por ellos, pero sí por mí cuando digo que fue triste que Gilbert no estuviera tan presente. Ni siquiera una o tres cartitas contándonos qué tal le iba estudiando medicina.
En la reseña del tercer libro dije que me hubiese gustado leer capítulos desde la perspectiva de Gilbert. Este libro era una gran oportunidad para eso debido a que estaba contado de forma epistolar.
Ya solo me quedan cuatro libros más de Ana, la de Tejas Verdes. En fin, ahora estamos un paso más cerca de presenciar la esperadísima boda de Ana y Gilbert. ¡¡AHH!!💖
Calificación:
3/5
Gracias por llegar hasta aquí.
Nos vemos en el próximo recodo del camino.
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