¡Hola! Aquí, Laura.
Hoy toca reseña de otro libro de la saga Ana, la de Tejas Verdes.
"Cada mañana se empieza de nuevo, cada mañana el mundo es hecho otra vez"
L.M. Montgomery
Año de publicación: 1909
Título original: Anne of Avonlea
Cantidad de páginas: 320 (Pasta blanda)
Saga: Ana, la de Tejas Verdes #2
Sinopsis
«Gilbert y yo hemos sido buenos enemigos. Pero hemos decidido que será mucho más sensato ser buenos amigos en el futuro.»
Desde que llegó a Tejas Verdes siendo una imaginativa niña pecosa de 11 años, que a pesar de su facilidad para meterse en líos se ganó el cariño de toda la gente de Avonlea, Ana se está haciendo mayor y llega ahora el momento de convertirse en una joven mujercita. A sus dieciséis años ha madurado mucho, aunque una gran parte de ella sigue siendo tan rebelde como su rojo cabello. En Ana, la de Avonlea, el tierno personaje creado por la canadiense L. M. Montgomery se enfrenta a nuevos retos como maestra de la escuela y fundadora de la Sociedad de Fomento de Avonlea, sociedad juvenil pensada para mejora del lugar. Su imaginación y su vitalidad seguirán haciendo que se vea envuelta en divertidos malentendidos y nuevos problemas que tendrá que resolver. Mientras Ana Shirley se convierte en mujer, sus aventuras y ocurrencias nos divertirán y tocaran nuestro corazón. Esta obra, al igual que toda la serie de Ana Shirley, conjuga los valores de la vida rural y la familia con las cuestiones universales que todos nos planteamos en algún momento, como la pertenencia a una tierra, el valor de la amistad o la esencia del amor.
Experiencia lectora
Con una Ana de 16 años pronta a cumplir los 17, iniciamos este nuevo capítulo en la vida de Ana.
Ana se vuelve maestra en la escuela de Avonlea y como maestra quiere ganar el cariño de sus alumnos con su espíritu y se opone a la idea de los castigos. Poco a poco verá que las cosas no son así de fáciles y además tendrá que enfrentarse a las exigencias de los papás de sus alumnos.
Fue difícil y nostálgico leer la evolución de Ana. Ana se mantiene con sus aires de soñadora y su imaginación, pero las locuras que hacía de niña ya no están presentes y dieron paso a la sensatez.
En esta nueva etapa de su vida conocemos a varios personajes nuevos:
Davy y Dora Keith, dos hermanos que van a pasar un tiempo a Tejas Verdes.
De ellos dos mi preferido es Davy, aunque a veces es mezquino y sobre todo terriblemente travieso, a pesar de esto es un niño por el que llegué a sentir cariño porque me recordaba a mini Ana y su afán de preguntar y querer saber todo.
Por otro lado, está Dora, con quien me da tristeza no haber simpatizado, ya que de ella no se dice mucho más que tiene un comportamiento ejemplar y que no se da tanto a querer como su hermano y debido a esto no se le presta tanta atención.
Generalmente, ella es el blanco de algunas de las travesuras de Davy.
"... Con todos sus defectos, es realmente un chiquillo que sabe hacerse querer. No puedo evitar quererle. Marilla, puede que esté mal decirlo, pero, honestamente, me gusta más Davy que Dora con todo lo buena que es ella.
—Pues a mí me pasa lo mismo y no sé por qué —confesó Marilla—. Y no es correcto, pues Dora no da trabajo alguno. No podría haber niña mejor y uno no se da cuenta de su existencia."
Personalmente, no estoy de acuerdo con esa distinción, pero qué se le va a hacer.
El señor Harrison, un nuevo habitante de Avonlea dará de qué hablar. Un vecino hostil que es aplacado por la energía de Ana.
Paul Irving, uno de los alumnos de Ana, es un espíritu gemelo, además de otra mini versión de Ana, aunque a diferencia de ella es tranquilo.
La señorita Lavendar es otro espíritu gemelo con un trasfondo triste, pero a quien en algún momento del libro la felicidad le sonríe y junto a ella está Charlota IV, su acompañante en La Morada del Eco, una casa que por su descripción amaría vivir en ella.
Ana, la de Avonlea fue un libro entretenido que va sembrando terreno para otra de mis cosas favoritas aparte de leer sobre Ana.
Lo que más disfruté fue leer sobre Ana y Gilbert, que desde que vi la serie de Netflix quería leer más sobre ellos y gracias a ellos es que decidí leer la saga.
"—A mí me gustaría contribuir a la vida con algo de belleza —dijo Ana soñadoramente—. No es mi deseo exacto hacer que la gente sepa más… aunque reconozco que esa es la más noble de las ambiciones. Pero me gustaría hacer que los demás pudieran ser más felices y alegres gracias a mí; darles pequeñas alegrías que nunca hubieran disfrutado de no haber nacido yo.
—Creo que todos los días cumples tu ambición, Ana —dijo Gilbert con admiración.
Y tenía razón. Ana era una de esas criaturas que iluminaban por naturaleza. Cuando hubo pasado junto a una vida con una sonrisa o una palabra, el poseedor de aquella vida la pudo ver, por lo menos durante ese instante, hermosa y llena de esperanzas.
Por fin, Gilbert se incorporó pesarosamente."
En segundo lugar, me encantó leer la historia que tiene que ver con La Morada del Eco, donde Paul Irving, la señorita Lavendar, Charlotta IV y otro personaje más son protagonistas y donde Ana también juega un papel importante.
Estoy encantada con esta saga.
Calificación:
4.5/5
Gracias por llegar hasta aquí.
¡Nos vemos!
Fuente GIPHY
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